El Grupo Parlamentario Catalán (CiU) defenderá mañana en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados una proposición de Ley con la que pretende instar al Gobierno a suprimir para el ejercicio 2010 la tributación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones a familiares directos, compensando a las comunidades autónomas "en aplicación del principio de lealtad institucional".

En un comunicado, el portavoz económico de CiU, Josep Sánchez Llibre, aseguró que se trata de un gravamen que "castiga particularmente" a las familias con rentas medias y desincentiva el ahorro y su supresión, especialmente en tiempos de crisis, y "puede evitar un traspiés relevante en las economías familiares más necesitadas". Según Sánchez Llibre, el impuesto no responde a los principios constitucionales de igualdad, progresividad y no confiscatoriedad que promulga el artículo 31 de la Constitución, por lo que se ha de impulsar su supresión, "al menos para familiares directos".

Ya que se configura como un tributo cedido en el sistema de financiación autonómica, las comunidades tienen competencias normativas relativas a las reducciones en la base imponible, tarifa, la fijación de la cuantía y coeficientes del patrimonio preexistente, deducciones y bonificaciones.

No obstante, pese a que en algunas comunidades esta tributación es prácticamente cero, sólo corresponde al Estado la decisión de suprimirlo. Por este motivo, Sánchez Llibre ha apelado a la ley de financiación autonómica para reclamar que se "preserve expresamente" la necesaria referencia al principio de lealtad institucional para compensar a las comunidades "por la pérdida de estos recursos".