Pasan los años y el Tribunal Constitucional (TC) sigue sin emitir una sentencia sobre el Estatut. El Constitucional vive una situación surrealista: cuatro de sus miembros ya no deberían serlo desde diciembre del 2007. Entre ellos, la presidenta, María Emilia Casas. La falta de acuerdo de PSOE y PP impide la renovación.

Ante este escenario, CiU y ERC persiguen acabar con la provisionalidad que caracteriza actualmente al tribunal y hoy defenderán sendas proposiciones de ley en el Congreso que plantean que los miembros del TC solo puedan seguir ostentando esa condición hasta pasados seis meses desde que su mandato acaba.

CiU y ERC saben que sus iniciativas tienen escasas opciones de progresar. Pero podrán dar un tirón de orejas a socialistas y populares por no esforzarse en desbloquear la situación del alto tribunal.