El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aprovechó ayer su estancia en Barcelona para responder al convergente Felip Puig, que instaba a los nacionalistas vascos a no respaldar los presupuestos de José Luis Rodríguez Zapatero. Parafraseando al democristiano Josep Antoni Duran Lleida, Urkullu proclamó que su partido ya es "mayorcito" para decidir si negocia las cuentas del 2011 con el Ejecutivo. "Aquí cada uno tenemos nuestras circunstancias, y, además de las nuestras, también CiU es consciente de la situación económica en el Estado español", dijo el peneuvista.