Por si al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le quedaba alguna duda sobre la dificultad de contar en esta ocasión con el apoyo de los diputados de CiU al proyecto de presupuestos, ayer el presidente de la federación nacionalista, Artur Mas, lo dejó más claro que nunca. No solo se opuso a cualquier subida de impuestos, en contra de lo que defiende el Gobierno, sino que afirmó que ahora es el momento de "bajar el IRPF de las rentas más bajas" y de suprimir otros tributos, como el de sucesiones y donaciones. Con estas propuestas, CiU va más allá incluso que el PP (este ha limitado la reducción de impuestos "a quienes creen empleo") y aboca definitivamente al Gobierno a negociar los presupuestos básicamente con los partidos de izquierdas y el PNV.

Mas advirtió ayer en Horta de Sant Joan (Tarragona) que "la peor manera de intentar sacar al país de la crisis económica es subiendo impuestos" y citó a Francia y a Alemania como ejemplo de países que están dando la vuelta a la situación bajándolos. Arremetió, además, contra el optimismo de Zapatero y calificó de "rotundamente falsa" la afirmación de que los ciudadanos están a favor del incremento de la presión fiscal por solidaridad.

SIN RECORTE DE GASTOS Se trata, según el convergente, "de aplicar sentido común, porque si se trata de consumir más, invertir más y ahorrar más, lo que no se puede hacer es sacar dinero de los bolsillos de los ciudadanos", para dedicarlo, dijo, "a tapar agujeros ocasionados por el aumento del gasto" y no a políticas sociales.

La negociación de los presupuestos arrancó el martes con IU-ICV y prosiguió ayer con ERC sin apenas frutos. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, no concretó la propuesta gubernamental. Al PSOE le queda la opción de sumar los votos del PNV y Coalición Canaria. Con ellos le basta para sacar adelante un presupuesto que no quedaría preso de las propuestas de la izquierda y apuntaría al numeroso electorado de centro.

De que escoja unos u otros aliados dependerá también el sesgo de la subida impositiva. Con el PNV es más fácil acordar una subida del IVA, mientras que con la izquierda los aumentos tributarios afectarían a las rentas más altas. El objetivo del Gobierno sigue siendo sumar a todas las minorías al acuerdo, lo que paliaría la imagen de soledad que proyecta el Ejecutivo.

En este sentido, la celebración este sábado del comité federal del PSOE le irá como anillo al dedo a Zapatero para amplificar el llamamiento al cierre de filas que se está propagando desde diferentes sectores del Gobierno y el partido. El peligro a que cale entre la opinión pública la imagen de división por las críticas internas a las últimas decisiones del presidente en política económica ha actuado de revulsivo entre los socialistas.