El encarcelamiento de sus representantes, y de parte del Govern cesado, la aplicación del 155 y la consecuente convocatoria de elecciones han reducido el ritmo al que se acostumbraron a salir a las calles la ANC y Òmnium. Pero el día que Jordi Sànchez y Jordi Cuixart cumplieron tres meses en la cárcel de Soto del Real, acusados por sedición, y a la espera de la resolución del Tribunal Supremo sobre su petición de libertad, no fallaron.

Unas 17.000 personas, según la Guardia Urbana, se concentraron a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para exigir su excarcelación. En el cruce entre la calle Casp y el paseo de Sant Joan confluyeron las cinco columnas organizadas desde distintos barrios de Barcelona, desde donde desfilaron hasta llegar a la avenida Lluís Companys. En el resto de municipios convocaron frente a los ayuntamientos con el mismo propósito.

Bajo el lema 'Som gent de pau', los manifestantes marcharon a gritos de 'Fora la justícia espanyola', luciendo 'estelades', banderolas y carteles con los rostros de los 'Jordis'. La cabecera la presidieron el líder de la ANC, Agustí Alcoberro, y el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, junto a dirigentes políticos de los partidos soberanistas.

En la avenida Lluís Companys, guardaron tres sentidos minutos de silencio, móviles en mano para iluminar la escena. Ya en el escenario, Alcoberro acusó al Gobierno de tener "presos políticos", y aseguró que esto "ensucia y envilece a cualquier Estado". Apeló a su excarcelación "para conseguir la libertad como pueblo". Mauri añadió que esta situación "debe avergonzar a cualquier demócrata" y avisó de que "no renunciarán a lo que piensan y quieren construir".

A través de la lectura de una carta desde prisión, Cuixart puso el colofón al acto reivindicando que "las ideas se debaten, pero no se encarcelan".