La policía clausuró ayer el local utilizado como sede por Batasuna en Pamplona. Sin embargo, la Ertzaintza no hizo lo propio con las de Bilbao y San Sebastián, que el juez Grande-Marlaska también ordenó cerrar el martes, en el auto por el que prorrogó dos años más la suspensión de actividades de la fuerza ilegal. Según el departamento de Interior, la Ertzaintza no ha actuado porque está pendiente de que el juez precise cuándo tiene que ejecutar la orden. A. G.