El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, reconoció ayer el pago de "cantidades" de dinero por la liberación del pesquero vasco Playa de Bakio, aunque descartó que agentes del servicio secreto español fueran los encargados de entregar el dinero solicitado por los piratas somalís. Saiz precisó en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso que la labor del CNI fue la de prestar protección tanto a los negociadores del rescate, según él relacionados con el armador, como a la tripulación del buque, según revelaron fuentes parlamentarias.

En una comparecencia a puerta cerrada, Saiz también aseguró que el CNI nunca se planteó detener a los piratas, puesto que no dispone de infraestructura suficiente en la zona y no contaba con el factor sorpresa, como sucedió con las fuerzas de seguridad francesas, que días antes habían capturado a los secuestradores de un velero. El director del CNI explicó también que, según los estudios realizados por los servicios secretos --antes del incidente apenas tenían presencia en el cuerno de Africa--, no hay conexiones entre los piratas y los grupos terroristas. Esta última aseveración contradice el testimonio de un familiar de un pirata, quien hace un mes aseguró que el grupo islamista radical Al Shabaab había recibido un 5% del rescate pagado el pasado mes de abril por el Playa de Bakio .

LA REPRIMENDA Ayer fue la primera vez que el jefe de los espías hacía un balance de las actividades del centro. El presidente del Congreso, José Bono, le reprendió por no comparecer anualmente como marca la ley. Según Saiz, debe ser la Cámara baja quien le cite. Según los grupos, debe hacerlo a petición propia.

Saiz explicó la reestructuración del centro tras el 11-M y dio cuenta de las cuatro principales operaciones contra el terrorismo islamista cerradas, así como de la situación actual de ETA, a su juicio muy debilitada, aunque con capacidad de matar.