El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, no se arrepiente de haber achacado a Esperanza Aguirre técnicas y estrategias políticas propias del nazismo, pero sí de haberlo hecho en un periódico, El País , en vez de en los órganos internos del partido. Esto es lo más parecido a una disculpa que saldrá de la boca de Cobo, según confirman desde su entorno, que eludió ayer pedir perdón a la lideresa madrileña pese a que así se lo requirieron algunos miembros de la ejecutiva popular como Rita Barberá. Sin embargo, la alcaldesa de Valencia quiso dar una de cal y otra de arena por lo que, además de invitar al número dos de Alberto Ruiz-Gallardón a "rectificar" sus palabras, afeó a Aguirre que hubiera hecho novillos en una reunión tan trascendental.

Cobo trató de explicar su comportamiento a sus compañeros. "Lo que he hecho lo he hecho por Mariano y por Alberto", dijo, insistiendo en la idea de que se sentía obligado a decir "la verdad" sobre los usos y costumbres de la presidenta de la Comunidad y su equipo. En este contexto, recordó que ha acudido a los juzgados para denunciar el espionaje del que, supuestamente, fue víctima por obra y gracia de Aguirre. "Tengo miedo por mí y mis hijos", enfatizó Cobo, que puso sus cargos de vicealcalde y portavoz a disposición del partido.

Su mentor, Gallardón, respaldó, como siempre, a su mano derecha. "La lealtad es el camino más corto entre dos corazones. Cobo es leal a ti, Mariano, y al partido", dijo ayer.

TIRON DE OREJAS El vicealcalde se reafirmó en sus críticas a Aguirre. Hoy hará lo propio ante el comité de derechos y garantías, donde será entrevistado por su presidente y su secretario general. Cobo (que tiene abierto expediente disciplinario), podría ser suspendido temporalmente de militancia, hasta que su caso sea resuelto.

La intervención de Cobo provocó múltiples reacciones. Hubo hasta 26 intervenciones en la ejecutiva. La mayoría fueron para dar un tirón de orejas a Aguirre y, en menor medida, otro a Gallardón. Rajoy avisó al vicealcalde, a Aguirre y al valenciano Francisco Camps de que deben obedecer a la dirección.