La diferencia entre los coches bomba que los etarras colocaron en Madrid tras la tregua y el diálogo fallido con el Gobierno del PP (en 1999) y el atentado de ayer es que éste no puede considerarse como un coche bomba si se tiene en cuenta que, según los técnicos en desactivación de explosivos (tedax), los etarras sólo dejaron una mochila con 18 o 20 kilos de cloratita en el asiento de la furgoneta que acababan de robar y a la que no cambiaron la matrícula. La preparación del coche bomba y el método usado ayer puede ser reveladora de la falta de infraestructura etarra en Madrid.