Una sola voz, todos contra el Gobierno, y tres colores, los de una España unida. Esta afirmación no podía leerse en ninguna de las pancartas que llevaban ayer los asistentes en la manifestación de la AVT, pero resume el contenido de las que sí llevaban. Y es que, si los gritos, cargados de odio, acusando al presidente del Gobierno de terrorista, eran mayoritarios, también había letreros antinacionalistas y algunos que culpaban al Gobierno catalán de formar parte de un cóctel preocupante: el formado por los políticos que ponen bombas.

Solo en una ocasión se coreó por parte del público (no por parte de los que leyeron discursos) "ETA asesina". En la mayoría de las ocasiones solo repetía: "asesino", en referencia a José Luis Rodríguez Zapatero. Una de las pancartas resumía el pensamiento de quienes ayer se echaron a la calle, entre otras cosas, para pedir la dimisión del presidente del Gobierno: "ZP llegó al poder gracias al 11-M y pretende mantenerse pactando con terroristas. Está en deuda con los criminales".

Aunque en menor medida, también había quien culpaba al tripartido catalán de ejercer el terrorismo de Estado. Había letreros que hacían referencia a la reunión del líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, con ETA en Perpiñán (Francia). Pero también había quien mezclaba sin pudor absolutamente todo: un señor portaba una pequeña pancarta en el que se leía: "Zp + Tinell = 11-M".

REFERENCIAS A LA MASACRE Uno de los aspectos que diferenciaba esta manifestación de las anteriores eran las continuas alusiones al 11-M. A menudo se coreaba uno de los lemas de la marcha: "Queremos saber la verdad", y había bastantes pancartas aludiendo a que el Gobierno de Zapatero es el culpable de la matanza. Incluso desde la organización, se repartían folletos en los que se dan por ciertas las conclusiones de algunos medios de comunicación que aseguran que las principales pruebas contra los islamistas procesados están manipuladas.

El ambiente era antinacionalista. Había cientos de banderas españolas y ninguna representando a alguna comunidad autónoma, pese a que acudieron personas de toda España.

A pesar de que tanto la AVT como el PP llevaban varios días animando a la gente a que se movilizara contra el Gobierno, la sensación entre algunos de los asistentes es que había menos personas que otras veces. La zona que rodeaba al escenario, situado en el paseo de la Castellana, estaba llena. Pero en la parte más alejada de la escena principal, había lugares vacíos.

Pero sin duda donde el calor humano se echó en falta fue en los dos autobuses que por la mañana recorrieron diversos escenarios de atentados. Pero apenas una veintena de víctimas iba en cada uno.

En este acto el dolor al que se enfrentan día a día las víctimas del terrorismo era mucho más palpable. Algunas portaban fotos de familiares fallecidos, se depositaban flores y se rendía un minuto de silencio, pero se echaba en falta el aliento de algunas de las miles de personas que se manifestaron por la tarde en la plaza de Colón.