Dos de los presuntos miembros de la célula islamista desarticulada en el 2003 en Cataluña, conocida popularmente como el comando Dixan , aseguraron ayer en la Audiencia Nacional que las sustancias que les fueron intervenidas --y que el FBI opina que sirven para fabricar explosivos-- se emplean para limpiar piscinas y reparar cuartos de baño.

Aún así, está previsto que el fiscal solicite en el juicio entre 22 y 32 años de prisión para los seis acusados de pertenecer a banda armada, conspirar para atentar contra la base de Rota y tenencia de explosivos.

Todos ellos negaron estas acusaciones y tanto Smail Budjelthi como Suhil Kauka argumentaron que tenían el producto Finish Kare porque lo habían cogido de la fábrica de piscinas en la que trabajaban para reparar las juntas del cuarto de baño.

El FBI considera que este producto, que los acusados supuestamente tiraron a la basura junto con otro material encontrado en una botella de plástico en el mismo contenedor, se usa como "napalm casero". El instructor de la detención de la célula, que declaró como testigo, explicó que en EEUU "hay multitud de casos de uso de este material contra la población civil".

Además, el policía explicó que en los registros de los domicilios se encontraron varios móviles "manipulados" parecidos a los del 11-M. Sin embargo, en el juicio hubo una contradicción llamativa, ya que otro de los policías aseguró que los móviles "no parecían manipulados".