Las conversaciones entre PSN, Nafarroa Bai e IUN se han movido siempre en el alambre. Los negociadores habían sorteado todos los obstáculos. De hecho, las causas de la ruptura no han sido las discrepancias sobre política lingüística o sobre la vinculación con el País Vasco. Ha sido el miedo del PSOE a desbancar a UPN a ocho meses de las elecciones generales. De nada ha servido la postura del comité regional del PSN, que apostó por un gobierno de cambio con los nacionalistas navarros.