El comisario general de Seguridad Ciudadana el 11 de marzo del 2004, Santiago Cuadro, negó ayer con rotundidad haber informado de que el explosivo usado por los terroristas fuera Titadyne, el habitual de ETA. Cuadro, que compareció como testigo en el juicio por los atentados, refutó la versión de su antiguo jefe, el entonces subdirector general operativo de la policía, Pedro Díaz-Pintado, que lo señaló como fuente de la información que dio en un comienzo alas a la hipótesis de la autoría etarra.

El excomisario de seguridad ciudadana sostuvo que a las 12.45 de la mañana del 11-M comunicó por teléfono a Díaz-Pintado que "podía ser" dinamita con cordón detonante. "Yo no le dije que fuera Titadyne", recalcó Cuadro. Dijo que ni siquiera le dio como segura la información genérica de que era dinamita, ya que las muestras no habían sido sometidas aún a análisis.

"PRISAS" En su declaración del 11 de abril pasado, el exsubdirector general operativo contó que, en la mañana de los atentados, durante una reunión en el Ministerio del Interior, llamó a Cuadro para inquirir sobre el tipo de explosivo. Su subordinado le reprochó las "prisas", pero poco después devolvió la llamada y dijo que se trataba de "Titadyne con cordón detonante". Contó Díaz-Pintado que preguntó a su interlocutor: "¿Seguro?". Y él contestó: "Seguro". Minutos después, el entonces ministro del Interior, Angel Acebes, atribuyó "sin ninguna duda" a ETA la autoría de los atentados, basándose en ese dato, que en horas de la tarde se reveló falso.

Preguntado sobre la versión de su exjefe, Cuadro insistió en que él habló de dinamita, en términos genéricos, y dijo no recordar la pregunta de Díaz-Pintado de si estaba seguro. "Si lo hubiera preguntado, yo hubiera dicho que no, porque, si le hubiera dicho que sí, él habría dicho: ´Este está loco´, porque él sabe cómo funcionan las cosas", explicó. La declaración del excomisario de seguridad ciudadana tiene especial relevancia, porque evidencia que, al margen de que hubiera hablado de Titadyne o de simple dinamita, aún se estaba en el terreno de las hipótesis.

SIN PREGUNTAS Por lo tanto, Acebes carecía de argumentos para proclamar sin ninguna duda la autoría de ETA. La información que proporcionó Cuadro a su superior se basaba en una primera impresión de los expertos en desactivación de explosivos en el lugar de los hechos. En ningún caso podía asumirse como un dictamen definitivo, según el excomisario.

También compareció ayer el excomisario general de la policía científica Miguel Angel Santano, procesado por el caso del ácido bórico. Se trata de la supuesta manipulación de un informe de marzo del 2005, en que tres peritos establecían conexiones entre ETA y el islamismo porque en el piso de un procesado por el 11-M se había encontrado ácido bórico, al igual que en un piso de un etarra en el 2001. Ese producto químico se utiliza, entre otras cosas, como matacucarachas doméstico. Curiosamente, ninguno de los abogados proclives a la teoría de la conspiración sacó a relucir el tema. A lo largo de su declaración, Santano dijo haberse enterado de la autoría islamista "por la prensa", ya que ningún funcionario se lo hizo saber "ni oficial ni oficiosamente".

Entretanto, la actuación contra el exdirector general de la policía por desobediencia grave sigue su curso. La Audiencia solicitó el lunes al Parlamento Europeo un certificado de la condición de eurodiputado del PPE de Agustín Díaz de Mera, para remitirlo al Supremo, que llevará el caso. De Mera no ha pagado la multa de 1.000 euros impuesta por el juez por negarse el 28 de marzo a identificar a la fuente que le habló de un supuesto informe que vinculaba a ETA con el 11-M. Fuentes jurídicas señalan que el impago va aumentando el monto de la sanción.

El lunes próximo será una día clave respecto al hipotético contubernio etarra-yihadista, pues comparecerán seis etarras, cinco en prisión. Entre ellos Irkuz Badillo y Gorka Vidal, detenidos en el 2004 cuando se dirigían a Madrid en una furgoneta.