El batacazo electoral no ha hecho que en Izquierda Unida (IU) llegue, de momento, la sangre al río. Pese a las sonadas pugnas internas, parece que en esta ocasión las distintas facciones han aprendido la lección del fracaso electoral y pretenden hacer revivir el partido sin sacar los trapos sucios. Así, la presidencia federal --órgano ejecutivo formado por unos 70 miembros-- se reunió ayer y las distintas sensibilidades coincidieron en destacar lo "constructivo" del encuentro. El comité acordó la creación de una comisión "plural", integrada por 18 miembros, que asumirá competencias de la dirección y preparará la asamblea que en junio eligirá al sustituto de Gaspar Llamazares.

La composición de este órgano fue acordada por amplia mayoría, ya que engloba gente de todas las facciones. Está compuesta por cuatro miembros de la dirección actual, tres del Partido Comunista de España (PCE), uno del Colectivo de Unidad de los Trabajadores y 10 de las federaciones autonómicas. Los sectores críticos con Llamazares exigieron la constitución de una comisión ajena a la dirección inmediatamente después del 9-M.

El todavía coordinador general, que desde un primer momento asumió parte de la responsabilidad del fracaso electoral, accedió a su creación.

DISCREPANCIAS Si bien el acuerdo sobre su composición fue casi unánime, las discrepancias surgieron a la hora de decidir sus funciones. El PCE exigió que asuma decisiones políticas, como si fuera una gestora. Sin embargo, solo se aprobó que tenga responsabilidad sobre las finanzas, la administración y la comunicación de IU y prepare la asamblea en la que los afiliados eligirán la nueva dirección.

No obstante, fuentes del PCE señalaron que seguirán peleando, aunque "con escepticismo", para que asuma "competencias políticas" y no sea "torpedeada" por la dirección actual. Pese a estas discrepancias, un ejemplo del buen tono de la reunión fue la readmisión de los tres críticos destituidos en diciembre, entre ellos Felipe Alcaraz. Al termino de la misma, Llamazares se mostró satisfecho y expresó que IU "ha recibido el mensaje" de las urnas "con un alto grado de unidad y voluntad de cambio".

ACUERDO CON ERC La presidencia también apoyó que Llamazares siga negociando, junto con ICV, la conformación de un grupo propio en el Congreso. Fuentes de IU se mostraron optimistas sobre esta posibilidad porque el acuerdo está "muy avanzado" con ERC y tanto Nafarroa Bai como el BNG pueden sumarse cuando constaten que PP y CiU "quieren obstruir" a IU y ERC la formación de un grupo porque tienen el 4,97% de votos y necesitan un 5%.

En cuanto a la investidura de Zapatero, acordaron remitir al PSOE 50 propuestas para el "cambio de izquierdas", entre ellas la reforma de la ley electoral, y decidir el voto en función de la asunción de las mismas.