La nueva comisión del Congreso de los Diputados que se encargará de estudiar la modernización del Estado autonómico, acordada entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez y que podría abrir la puerta a una reforma de la Constitución, dilata sus trabajos: no se esperan los primeros comparecientes, que está previsto que sean los padres de la actual Carta Magna, hasta después del 21-D.

En la primera reunión de la Mesa y Portavoces de la Comisión, ayer jueves, el PSOE propuso que esas primeras comparecencias se produjeran el 4 de diciembre, pero PP, Ciudadanos y Unión del Pueblo Navarro (UPN) sumaron fuerzas para ralentizar la comisión, que no volverá a reunirse hasta el 13 de diciembre para aprobar su plan de trabajo.

Aunque enero es inhábil a efectos parlamentarios, el presidente de la citada comisión, el socialista José Enrique Serrano, comunicó a los grupos su intención de solicitar que se les autorice a trabajar ese mes.

También les trasladó Serrano que deben tener listos sus planes de trabajo y los comparecientes que pretenden que desfilen por este órgano antes del próximo 7 de diciembre para, días después, el 13 de diciembre, volver a reunirse y fijar la metodología de trabajo para los próximos meses y los primeros comparecientes .

No obstante, teniendo en cuenta la fecha de esa segunda reunión, en plena campaña electoral catalana, parece más que probable que los primeros testimonios no llegarán hasta después del receso navideño. El último Pleno del año se espera para ese mismo día 13.

En este sentido, el portavoz del Partido Popular en la mencionada comisión, José Antonio Bermúdez de Castro, apuntó, en declaraciones a la salida de la reunión, que «probablemente» todos los integrantes de la misma puedan llegar a un acuerdo para que los trabajos no se inician en plena campaña electoral. Cuando el PSOE propuso en su día la creación de este grupo de trabajo ya se calculó un mínimo de seis meses de comparecencias.