José Enrique Serrano, considerado el fontaneromayor de la Moncloa, se llevó a todo su equipo al Congreso. Reunidos en una sala junto al hemiciclo, los asesores de José Luis Rodríguez Zapatero siguieron el debate, dispuestos a escribirle las notas necesarias para replicar a Mariano Rajoy y ganar la batalla clave antes de las elecciones europeas. "Tenéis que estar concentrados como si fuera una final de fútbol", les jaleó Serrano a primera hora.

Como lo tienen más visto que el TBO, temían que el jefe del Ejecutivo empezara a improvisar y divagar y que él mismo sacara asuntos que no estaban previstos. Pero no lo hizo. Zapatero leyó el guión escrito y algunos de esos asesores dejaron el Congreso antes del final de la última réplica a Rajoy, convencidos de que el combate ya estaba decidido.