En la víspera de la manifestación del 17 de marzo en Pamplona, en la que se acusó al Gobierno español de "negociar" Navarra y de haberse "entregado a ETA", la dirección del PSN aprobó su compromiso con una comunidad foral navarra "propia y diferenciada, integrada directamente en España", el mismo texto que está ahora en la mesa de negociación con Nafarroa Bai y que esta fuerza aberzale parece aceptar. En este documento del 16 de marzo, el PSN se comprometía a no proponer ni votar ninguna propuesta de incorporación total o parcial a Euskadi. Garantizaba también que se opondrían a cualquier iniciativa de reforma del Amejoramiento del Fuero (Estatuto autonómico navarro) "que perjudicase el desarrollo del vigente modelo institucional de Navarra, elemento esencial de la organización territorial de España". Y descartaba apoyar en referendo cualquier propuesta de vinculación a Euskadi. La cláusula final decía así: "Prometemos por nuestra conciencia y honor respetar, mantener y mejorar el régimen foral de Navarra". Y en una mirada hacia el futuro, en la que ahora coincide Nafarroa Bai, la cláusula sostenía que el pueblo navarro "solo será lo que decidan democráticamente los navarros conforme a la Constitución y a sus leyes propias".