Los informes finales de las pruebas de ADN de familiares de 41 víctimas del accidente aéreo del Yak-42, en el que murieron 62 militares españoles, han ratificado la existencia de errores en más de la mitad de las identificaciones de los fallecidos. Tras conocer el resultado de la investigación realizada por Turquía, el ministro de Defensa, José Bono, ha decidido relevar a la cúpula militar. La decisión la adoptará hoy el Consejo de Ministros.

Como adelantó este diario, el equipo médico español cometió fallos en las atribuciones de los restos de los fallecidos a sus familiares. Fuentes del Instituto de Toxicología de Estambul, encargado de realizar los tests, confirmaron que en los documentos enviados al juzgado de Macka se constata lo que ya advirtieron cuando terminaron los cotejos de los códigos genéticos.

"Los resultados son preocupantes y reflejan lo que ya anunciamos; hubo errores en las identificaciones", señalaron fuentes consultadas. Los informes fueron entregados el miércoles a los abogados de las víctimas y ayer se estaban traduciendo.

Algunos familiares consultados por este diario se preparaban ayer para lo peor y daban por supuesto que hubo "errores y precipitación" en las identificaciones. "Yo no tengo constancia de que haya enterrado a mi hijo", dijo a este diario Francisco Cardona, uno de los 37 progenitores que acudió hace un mes a Estambul a realizar las pruebas de ADN en el Instituto de Toxicología de Turquía.

El ministro de Defensa dijo desconocer los datos y señaló que la intención de su departamento es "contribuir a la verdad y a la transparencia". José Bono prometió aplicar la ley a los responsables de los errores, pero "sin afán justiciero, vengativo o vindicativo".

El ministro anunció que pedirá comparecer en el Parlamento para informar de lo ocurrido, pero no consideró prudente pronunciarse sobre la responsabilidad política de su antecesor en el cargo, Federico Trillo, diputado del PP por Alicante.