El Congreso aprobó hoy con solo un voto de diferencia (169 a favor, 168 en contra y 13 abstenciones) el decreto de ley del plan de ajuste del Gobierno tras un tenso debate que deja en el aire el futuro de José Luis Rodríguez Zapatero. La abstención de CiU, pese a que salvó la validación de los recortes, deja muy tocado al Ejecutivo, ya que el portavoz de la federación en la cámara, Josep Antoni Duran-Lleida se unió a la reclamación del PP de convocatoria de elecciones anticipadas. El voto en contra al decreto del PNV, el único socio posible que le quedaba, hasta ahora, al PSOE para aprobar el presupuesto del 2011 augura un callejón sin salida para Zapatero, que le podría obligar a avanzar un año la cita electoral prevista para el 2012.

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La previsible resolución con otro decreto gubernamental de la reforma laboral complica también la alternativa de buscar la mayoría con los partidos de la izquierda minoritaria y el grupo mixto, ya que ello desembocaría en una huelga general que, según se comentaba hoy en los pasillos del Congreso, podría convocarse para este mismo mes de junio, por petición expresa de CCOO. Así las cosas, el debate del estado de la nación, que se celebrará el 14 de julio, podría convertirse en el plebiscito final de la legislatura.

Los parlamentarios votaron en contra de tramitar el decreto como proyecto de ley, tal y como pedían la mayoría de los grupos de la oposición. De haberse aprobado esta iniciativa se hubiera retrasado la entrada en vigor del plan, pese a que ya está publicado en el BOE, y se hubiera podido modificar su contenido a través de las enmiendas presentadas por los grupos.