El Congreso aprobó ayer el proyecto de reforma del Estatuto aragonés con 283 votos a favor y las 10 abstenciones de Chunta Aragonesista, BNG y ERC. Es, por ahora, el único estatuto de una comunidad socialista que ha contado con el acuerdo de los populares.

El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, calificó el texto de "respetuoso pero ambicioso", y subrayó que no está rodeado de polémicas identitarias ya que sus habitantes "son españoles porque son aragoneses".

Angel Pintado, del PP, centró su intervención en resaltar las diferencias de este proyecto con el Estatuto catalán y aseguró que no fomentará "crisis de delirios nacionalistas". Los nacionalistas, por su parte, destacaron precisamente las similitudes que guarda con el marco legal catalán. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, confió en que a medida que se consolide el proceso de reformas autonómicas "los discursos altisonantes pierdan todo atisbo de credibilidad".

El portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, dijo que el objetivo del Estatuto es "tratar de extender el consenso que viene de Aragón" al resto de España.