El congreso nacional de Batasuna previsto para el próximo sábado en Barakaldo (Vizcaya) es observado con cautela por todos los partidos vascos, que no tienen demasiadas esperanzas de que los radicales aberzales se atrevan a dar un paso definitivo: la petición pública a ETA de que deje las armas y abra paso a las vías exclusivamente políticas.

La percepción generalizada es que ese día, si se celebra el acto, se reiterarán los compromisos marcados en el velódromo de Anoeta (San Sebastián) hace un año, y aún no desarrollados, en los que Batasuna apostó por "sacar el conflicto de la calle" y llevarlo a una mesa de diálogo. De fondo, Batasuna sabe que el Gobierno espera que dé pasos que permitan su participación en las municipales del 2007.

La jornada del próximo sábado se desglosaría en dos actos. Por un lado, está prevista por la mañana la celebración del primer congreso nacional de la coalición ilegalizada, en el que tomarán parte los representantes de las 260 asambleas locales que han impulsado el proceso interno Bide Eginez Haciendo camino, que marcará su estrategia política. Horas después, Batasuna realizaría un segundo acto, éste de carácter político y público, en el BEC de Barakaldo.

El contenido del evento es la presentación de "la oferta política renovada" de Batasuna, bautizada como Construyendo Euskal Herria desde la izquierda. Durante su transcurso también está prevista la presentación de la nueva mesa nacional, su ejecutiva.

Previsión de suspensión

Esta distinción de actos y objetivos pretende eludir una eventual prohibición del mitin de la tarde, al desprenderle de la apariencia de acto orgánico de partido. Este fue el criterio apuntado por el fiscal general de Estado, Cándido Conde-Pumpido, para discernir entre un evento ilegal o una reunión de militantes individuales ajustada a Derecho.

La fórmula elegida para la convocatoria por la coalición ilegalizada, en la que se ha situado como convocante y protagonista sin ningún camuflaje, busca reforzar su imagen de "normalidad" política y transmitir a su militancia que la ilegalización no les ha afectado. Era perfectamente posible realizar el mismo congreso en la localidad vascofrancesa de Hendaya, donde Batasuna es legal, o recurrir, como otras veces, a subterfugios para convocar y anunciar un acto. Pero se ha querido certificar la fortaleza de la izquierda aberzale.

El cierre de filas en la izquierda radical es hoy mayor que nunca. El respaldo a Arnaldo Otegi y a la propuesta de Anoeta es unánime, sobre todo cuando ha demostrado su eficacia para situarse en el centro del debate pese a la ilegalización. Los documentos sometidos a debate para el congreso enumeran sus logros. En la próxima mesa nacional no se esperan, pues, cambios en el núcleo que rodea a Otegi.