UPN, la marca del PP en Navarra, parece flexibilizar un poco su postura al verse sin mayoría absoluta. Ayer, la promesa del flamante presidente Miguel Sanz de tender la mano a todas las sensibilidades tuvo su reflejo en la toma de posesión de los 12 consejeros de su equipo. Su compañera Begoña Sanzberro, responsable del área de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, pronunció su juramento en euskera, mientras el resto de consejeros lo hizo en castellano. Un gesto significativo ante la complicada relación de Sanz con los nacionalistas vascos y su controvertida política lingüística.