“Una sociedad muere de complacencia cuando los indolentes colonizan el poder sin pensar en los que han de venir en el futuro”. La reflexión es del líder socialista, Pedro Sánchez, a las puertas de que empiece la comisión territorial este miércoles, en el Congreso. Arranca con el objetivo de modernizar el Estado autonómico pero, aspiran los socialistas, puede servir también como precalentamiento para una posible reforma constitucional: será un foro de estudio para evaluar cómo se ha ido oxidando el encaje Estado-comunidades y proponer una actualización.

Ese análisis contendrá necesariamente reflexiones sobre la reforma constitucional que PSOE, Podemos y Ciudadanos reclaman. Sánchez considera que es necesario que las reformas estructurales que se lleven a cabo conecten con la generación que no votó el pacto constitucional en la Transición y que debe dar cabida a los anhelos de los jóvenes. "El objetivo esencial es reconectar con la España de hoy, hay que reenganchar a esa generación, a la nuestra,a la que no pudo votar la Norma Fundamental en 1978", defiende Sánchez, convencido de que "la nueva Constitución debe ser, también, la Constitución el 15-M".

TRES PADRES DE LA LEY FUNDAMENTAL

La actitud del PP frena esas expectativas, pero de momento este miércoles los diputados escucharán qué opinan los tres padres vivos de la Constitución. Miquel Roca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez Llorca plantearán, en principio, su visión sobre cómo actualizar el modelo territorial y en su mano está abundar o no en la reforma de la Ley Fundamental.

La comisión arranca con tres partidos: PP, PSOE, Ciudadanos y el Grupo Mixto. Unidos Podemos, el PNV, ERC y el PDECat no asisten, aunque los socialistas confían en que se incorporen cuando se vaya despejando la gobernabilidad en Cataluña.

El PSOE quiere con especial interés que los nacionalistas participen, aunque advierte de que los trabajos deben servir para "levantar un proyecto de país que combata de raíz el sececionismo". A su juicio, este objetivo pasa por afianzar una "nueva España autonómica" basada en la federalización frente a la recentralización que promueven las fuerzas conservadoras.

SEIS MESES, DECENAS DE COMPARECIENTES

La comisión, presidida por el socialista José Enrique Serrano, tiene una duración prevista de seis meses. En los próximos días comparecerán el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría; el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Cristóbal Torres, o el del Instituto Nacional de Estadística (INE), Gregorio Izquierdo. También asistirán expresidentes autonómicos como Ramón Luis Valcárcel (Murcia) y Jerónimo Saavedra (Canarias), exministros, historiadores, sociólogos, catedráticos y expresidentes del Gobierno. Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero aportarán sus reflexiones.

Los cuatro grupos parlamentarios que participan en la comisión llegaron a pedir más de 200 comparecientes, por lo que ahora deberán hacer criba y priorizar.

Del resultado de todas las comparecencias la comisión deberá elevar un informe. Se da por hecho que las conclusiones incluirán reflexiones para una posible reforma constitucional. Otra cosa es que el presidente Mariano Rajoy se arremangue y la asuma. O que el poder sea complaciente y el espíritu del 15-M se quede en la Puerta del Sol, donde nació. Tan cerca del Congreso. Y tan lejos.