El 16 de febrero, cuando Mariano Rajoy proclamó que había cortado relaciones con las empresas de Francisco Correa en el 2004, no hablaba a humo de paja. Primero, porque así lo ordenó a sugerencia de su entonces tesorero, Alvaro Lapuerta; y segundo porque, antes de ofrecer esta información, se cercioró de que así era hablando con el nuevo tesorero, Luis Bárcenas. Luego se supo que la información de Bárcenas era inexacta: en el 2005, Pasadena Viajes, propiedad de Correa, organizó la caravana de Rajoy en la campaña del referendo sobre la Constitución Europea, y un acto en Euskadi.