Poco después de que CDC comunicara a Ignasi Guardans que no volvería a ser candidato al Parlamento Europeo, el descabalgado comentó: "No pasaré hambre, que nadie sufra". Desvelada ya su entrada en la nómina de José Luis Rodríguez Zapatero, la dirección convergente reaccionó ayer sin estridencia.

Fuentes de la cúpula convergente --a la que el eurodiputado comunicó el pasado viernes su nueva ocupación-- mostraron cierto desdén por su fichaje como director del Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), donde trabajará a las órdenes de la nueva ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, de quien es amigo. La dirección atribuyó, no sin cierta ironía, la decisión de Guardans a la búsqueda por su parte de "una salida laboral".

El afectado escribió que espera no molestar a nadie y que no entendería que se le criticara por su nuevo trabajo, cuando no se habría hecho si entrara en una multinacional "norteamericana o de Corea". No se quedó ahí. Sin citarlo, prometió lealtad a Zapatero: "Espero no cometer demasiados errores y corresponder a la confianza de mi buena amiga Angeles González-Sinde (y también, lo diré claro, a la confianza indirecta de quien la ha nombrado ministra) con la misma seriedad, lealtad y energías que he aplicado en mis sucesivas actividades". El PSOE celebró su fichaje por boca de Leire Pajín.

SUPRESION DE CULTURA CDC subrayó que mantendrá una de sus reiteradas peticiones: la de que el Ministerio de Cultura, en el que ahora trabajará Guardans, sea suprimido. Los nacionalistas se apresuraron a desmentir que la llegada del eurodiputado de CiU suponga acercamiento alguno con el PSOE.

No hubo reacción oficial. Formalmente, CDC mostró su respeto por el fichaje de Guardans, pero la herida abierta por sus críticas al líder, Artur Mas, y a su proyecto tras la designación del economista Ramon Tremosa como eurocandidato ya difícilmente podrá cerrarse. Eso sí, según fuentes nacionalistas, antes de irse el eurodiputado saliente ha aportado a la campaña de Tremosa datos sobre su experiencia en Estrasburgo.

El nuevo fichaje de Cultura, al que le quedaban dos semanas como eurodiputado, dimitirá unos días antes, después de que el Consejo de Ministros oficialice su nuevo cargo. Instantáneamente, dejará de ser miembro de la ejecutiva de CDC y de su consejo nacional. Y pasará a ser militante raso del partido.

"IMPRESENTABLE" Si la cúpula de CDC no se ensañó con Guardans, a sus jóvenes les faltó poco para pedir su excomunión. El líder de las juventudes, Gerard Figueras, afirmó que el grupo instará a Artur Mas a que "eche" al eurodiputado del partido. Y declaró que es "indignante" e "impresentable" que un miembro de CDC se preste a trabajar en el Gobierno.