El general José Antonio Beltrán, que coordinó la operación de recuperación de los 62 cadáveres del accidente del Yak-42, ha afirmado hoy que la "única" instrucción del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, fue la de coordinar los trabajos en Turquía para "cuanto antes traernos los cadáveres a España".

Beltrán ha sido el tercer testigo en declarar en la segunda sesión del juicio que desde ayer se sigue en la Audiencia Nacional contra tres altos mandos militares.

El general Beltrán, tras detallar su estancia en Turquía, ha indicado que allí no se trató la cuestión de si antes de partir debían estar todos los cadáveres identificados.

En este sentido, ha matizado que "todos los féretros tenían número, pero no tenían nombre", y ha reconocido que firmó un documento turco o acta, "preparado" por los turcos, en el que se señala que algunos cadáveres no están identificados.

"No debía firmar eso, pero bueno lo firmé y lo asumo", ha lamentado el general, que declaró como imputado en la fase de instrucción de este caso.

Confianza en Navarro

Ante esta situación, el general Beltrán ha admitido que se fió del general Vicente Navarro, uno de los tres acusados, quien le dijo que los 62 cadáveres estaban identificados.

Tras recalcar que su prioridad al llegar a Turquía era repatriar los cuerpos a España, estuvieran o no identificados, Beltrán ha desvelado que fue el propio Trillo, en Turquía, quien le pidió personalmente que se hiciera cargo de la coordinación de todo el proceso de repatriación.

Este alto mando militar ha subrayado que en Turquía su máxima preocupación eran "las familias y los compañeros fallecidos, aunque ellos no lo crean".

Dificultades en Turquía

A preguntas del teniente fiscal, las defensas y las acusaciones, el alto mando militar ha confesado que en Turquía no se trabajó a gusto y que hubo muchas dificultades, y ha agregado que la delegación española regresó a España sin ningún documento turco.

El general Beltrán ha explicado que una vez en Madrid, en la base aérea de Torrejón, donde llegaron los tres Hércules con los féretros a bordo, dio novedades a Trillo y asistió al funeral de Estado que se celebró a media tarde.