La cadena COPE, emisora radiofónica propiedad de la Conferencia Episcopal Española, manifestó ayer "un respaldo total a sus comunicadores y profesionales", así como a sus anunciantes, ante lo que tilda de "persecución política y mediática" que dice estar sufriendo y que advierte de que "se va a intensificar".

En un comunicado en su página web, la emisora dice defender "la Constitución española y los valores que consagra, entre ellos la libertad de expresión". A su vez, también dice renovar su "compromiso con los valores del humanismo cristiano en el ideario de la cadena".

Se da la circunstancia de que el punto cuatro del ideario de la cadena dice textualmente que la emisora "laborará incansablemente por la paz, por la justicia y por la libertad; propiciará siempre el talante conciliador, la convivencia y el diálogo. Sacará a la luz pública los fallos y las quiebras de la sociedad, denunciará las injusticias, pero sin sembrar odios ni esparcir gérmenes de división".

Tras denunciar que se utiliza "la calumnia y el chantaje para suprimir una voz crítica", la COPE alerta del "peligro" de que en alguna autonomía se adopte "una decisión política para no renovar licencias radiofónicas".