La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, llamó ayer a «cerrar filas» en el PP y pidió a todos los populares que defiendan sus principios y sus «banderas» y no se dejen «avasallar». Y «defender lo nuestro y a los nuestros», dijo. Además, recordado que el PP es el «adversario a batir por todos» y habrá «juego sucio» para tratar de que los populares lleguen a la cita con las urnas de 2019 «desmoralizados y cansados», pero advirtió de que «no lo van a conseguir» porque tendrán enfrente «la unidad inquebrantable del partido».

Cospedal hizo este reclamo en la inauguración de la convención nacional del PP que comenzó ayer en Sevilla y que se está viendo marcada por la crisis en Madrid a causa del máster universitario de Cristina Cifuentes. En presencia de Rajoy, la cúpula del partido, todos los barones regionales, incluida Cifuentes, y un plenario repleto de cargos populares, la número dos del partido no se refirió de forma explícita al caso.

Pero sí lo hizo indirectamente. Tras apuntar que no es necesario referirse a los «asuntos de plena actualidad», criticó que unos sean «tan comentados» y otros, «que deberían serlo», no aparezcan igual en los medios de comunicación. E insistió en que habrá intentos de desacreditar al PP y de que el partido y sus candidatos lleguen a las elecciones del año que viene «heridos» y «tocados». Pero llamó a todos a defenderse. «No permitamos que nos avasallen, defendamos nuestros principios y aquello en lo que creemos», dijo Cospedal, quien también pidió a todos los populares que hablen «claro» y sigan trabajando por el bienestar de los ciudadanos.

«Hagamos todo esto y volveremos a ganar las elecciones», añadió la secretaria general, quien al inicio de su discurso señaló que esta convención «marcará la victoria de 2019» y pone en marcha la cuenta atrás para que el PP recupere muchos ayuntamientos y autonomías que le fueron «injustamente arrebatados» en 2015.

Cospedal hizo un discurso muy centrado en la defensa de la fortaleza del PP frente a los «partidos líquidos o gaseosos» que «se diluyen» y son «volubles» porque «no tienen principios».

Además, sin citar a Ciudadanos, envió algún mensaje implícito sobre el partido naranja al señalar que es el PP el «referente del centro-derecha», además de un partido que ni da «bandazos» con sus señas de identidad ni vive «pendiente de la previsión meteorológica de las encuestas».

También señaló que tal vez el PP es demasiado «discreto» con sus logros, mientras otros se «vuelven locos colgándose medallas». Pero recalcó que su partido es el único que puede decir que en apenas seis años ha «salvado España de la quiebra y de la rebelión».