El PSOE cerrará el 2009 con las peores perspectivas electorales desde su segunda victoria en las urnas, en marzo del 2008. Los efectos de la crisis económica, que parece remontar en algunos países europeos, pero no en España, han hecho caer en picado la estimación de voto de los socialistas y, por tanto, han aupado a un PP que aumenta su distancia a costa del desgaste del Gobierno. Según el Barómetro de España elaborado para los periódicos de Grupo Zeta por GESOP, de celebrarse ahora elecciones generales, los populares aventajarían al PSOE en 5,5 puntos y una media de 20 escaños.

El sondeo otorga al PP el 42% de los votos, mientras que el PSOE quedaría con el 36,5% de los sufragios. En realidad, el partido de Rajoy pierde tres décimas respecto al anterior Barómetro, del pasado mayo. Entonces, la ventaja del PP sobre el PSOE era de 3,6 puntos, lo que evidencia que es el fuerte castigo que los ciudadanos infligen al Ejecutivo de Zapatero el catalizador del auge de los conservadores. No en vano, en el último medio año, los socialistas han retrocedido 2,2 puntos. Desde las legislativas del 2008 se han dejado ya más de siete puntos.

Además de la crisis, la gestión de algunos asuntos de política exterior --como los secuestros del atunero vasco Alakrana y de tres cooperantes catalanes en Mauritania, y el caso Haidar -- tampoco ayudan a Zapatero a mejorar sus perspectivas electorales. Y donde mejor se aprecia la ventaja del PP es en la estimación de escaños. Los populares obtendrían entre 165 y 170 diputados --ahora tienen 154--, mientras que el PSOE quedaría entre 145 y 150 escaños --hoy dispone de 169--. Aunque la diferencia media es de 20 diputados, en el escenario más favorable para los socialistas, el PP le sacaría 15 escaños, distancia que aumenta hasta los 25 en el reparto que más beneficia a los populares.

Del fuerte descenso del PSOE también se benefician los partidos con menor representación en el Congreso. El Barómetro otorga la tercera posición en cuanto a escaños a CiU, que obtendría el 3,3% de los votos y entre 11 y 12 parlamentarios. Con esta representación, e incluso en la parte baja de la horquilla de los populares, un pacto PP-CiU superaría la mayoría absoluta.

IU-ICV subiría hasta el 4,8% y alcanzaría entre cinco y seis diputados. El ascenso más espectacular lo obtiene el partido de Rosa Díez, UPD, que también se llevaría el 4,8% y pasaría de un escaño a entre tres y cinco. La subida se explica por la concentración de su voto en Madrid.