EL ENFRENTAMIENTO ENTRE ESPAÑA E ISRAEL HA SIDO UNA BOLA DE NIEVE CUESTA ABAJO Y, POR FIN, SE DETUVO APARENTEMENTE AYER. ESTA ES LA SECUENCIA DEL CHOQUE

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Aunque fue Rafael Simancas, con su acusación de que Israel llevaba a cabo un "genocidio", quien inauguró la crisis, el malestar israelí no se exteriorizó hasta después del 19 de julio, cuando Zapatero reprochó al Estado hebreo su uso de "una fuerza abusiva" que "no permite defenderse a seres humanos inocentes" y fue fotografiado con una kefiá.

DESAYUNO AGRESIVO

Al día siguiente, el clima subió de grados. En un desayuno con Moratinos, el empresario judío Mauricio Hachuel acusó a Zapatero de antisemitismo. El embajador israelí dijo que las críticas de Zapatero eran "muy duras e injustas" y que el PSOE "premiaba al terrorismo islámico".

CRITICAS POPULARES

El PP ha denunciado el "antisemitismo" y la "israelofobia" de Zapatero.

PARADA Y REINICIO

El Gobierno calmó las cosas declarando "por igual" los ataques de Israel al Líbano y los de Hizbulá y Hamás a Israel. Pero el lunes, José Blanco azuzó el conflicto. "Los muertos civiles (en el Líbano, por parte de Israel) son un objetivo buscado", dijo. "Es la declaración más infame que he escuchado", replicó el embajador Harel.