La diputada socialista Cristina Alberdi considera que sus declaraciones contrarias a la posición de la Ejecutiva del PSOE en cuestiones tan delicadas como el modelo de Estado, la crisis en la Asamblea de Madrid o la estrategia frente al plan Ibarretxe constituyen un ejercicio "legítimo" de libertad de expresión. Alberdi confirmó ayer que si finalmente causara baja como militante recurriría en amparo ante el Tribunal Constitucional.

La que fuera ministra de Asuntos Sociales con Felipe González envió por correo certificado sus alegaciones a la Ejecutiva del PSOE y solicitó el archivo del expediente "muy grave" abierto en su contra. Horas antes, González le había lanzado un dardo envenenado al sugerir que, como tiene más éxito criticar al PSOE, "a algunas les gusta mucho que las llamen de los medios de comunicación".

En sus alegaciones, la diputada señala que la militancia no cercena los derechos fundamentales. Alberdi, que milita desde 1995, señala que nunca tuvo cortapisas a la hora de opinar."Hoy en España nadie puede ser perseguido por sus ideas", agrega.