La situación interna de Eusko Alkartasuna se encrespa aún más. Tras la debacle electoral de las pasadas autonómicas, en las que perdieron seis de los siete asientos que atesoraban, los críticos con la actual ejecutiva consideran que las diferencias son ya "irreconciliables", al tiempo que hablan de "traición" de la actual cúpula a los principios fundacionales. Sin embargo, nadie quiere hablar abiertamente de escisión.

La corriente discrepante es minoritaria en el partido, pero sin embargo controla el territorio guipuzcoano, donde tradicionalmente mejores resultados ha obtenido EA. Cientos de militantes críticos, encabezados por Iñaki Galdón, presidente de EA de Guipúzcoa, se reunieron ayer en San Sebastián a escasas fechas del congreso del partido. Su objetivo era fijar su posición.

Galdós admitió ante sus compañeros que en los últimos días los dos sectores que conviven en EA han coincidido al detectar que mantienen estrategias irreconciliables. Mientras la ejecutiva apostó por concurrir a los comicios en solitario, sin formar coalición con el PNV, y ha marcado una línea "soberanista", los críticos creen que fue esa apuesta la que ha colocado al partido en una situación desesperada.

El líder de EA de Guipúzcoa no desveló si presentarán una candidatura alternativa en el congreso que se celebrará los próximos 20 y 21 de junio.