El constructor Ignacio Uria Mendizábal se convirtió ayer en la cuarta víctima mortal de ETA en el 2008 y la primera tras la detención, el pasado 17 de noviembre, del máximo dirigente del aparato militar Garikoitz Aspiazu, Txeroki. El primer asesinado este año fue el exconcejal de Arrasate (Guipúzcoa), Isaías Carrasco, que falleció en un atentado similar al de ayer el 7 de marzo, dos días antes de las elecciones. Dos meses después, la banda terrorista acabó con la vida del guardia civil Juan Manuel Piñuel, con una furgoneta bomba situada junto al cuartel de Legutiano (Alava). Y en septiembre la banda asesinó, también con un coche bomba, al brigada de artillería Luis Conde en Santoña (Cantabria).