España y Cuba tuvieron ayer su primer incidente diplomático desde la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Un diputado del PP fue el origen del conflicto. El conservador Jorge Moragas fue expulsado nada más llegar al aeropuerto de La Habana. La respuesta del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, fue inmediata: llamó a consultas a la embajadora de Cuba en Madrid, Isabel Allende Karem, para pedir explicaciones.

Moratinos calificó de "inaceptable" el trato dado por el régimen de Fidel Castro a Jorge Moragas, responsable de Relaciones Internacionales del PP. El diputado popular y dos parlamentarios de la coalición conservadora que gobierna en Holanda, junto a dos miembros de la ONG Cuba en transición, fueron forzados a volver a Europa ayer de madrugada, a las tres horas de llegar a la isla. Las autoridades cubanas de inmigración retuvieron sus pasaportes y billetes mientras estuvieron custodiados por militares en el aeropuerto.

Cuba acusó a Moragas de ser un "acérrimo enemigo de la revolución" y tildó su intento de entrevistarse con la disidencia al castrismo de "violación flagrante" de su soberanía, situación que está "prevista y sancionada" por las leyes de ese país. "Es una grosera provocación política contra Cuba", dice un comunicado del régimen, que recuerda que Moragas intentó entrar con visado turístico cuando iba a llevar a cabo actividades políticas.

NUEVA POLITICA Moratinos exigirá a la embajadora cubana que le explique lo ocurrido. "Moragas recibió un trato inaceptable tanto como ciudadano español como diputado del PP", señaló. No obstante, el Ejecutivo no rectificará la nueva política sobre Cuba que impulsa Zapatero.

"Creemos que hay que trabajar con Cuba en una política de Estado", indicó Moratinos. Y rogó al PP que se sume a esa estrategia para facilitar el cambio democrático y que combina dos vías: exigencia de democracia en el diálogo con los dirigentes cubanos, pero sin abandonar la cooperación. En opinión de Moratinos, el PP no debería convertir este incidente en un tema de "política interna".

A su regreso de Cuba, Moragas dio una rueda de prensa junto al secretario general del PP, Angel Acebes, en la que acusó al Ejecutivo español de estar más cerca de "verdugos" como Fidel Castro que de las víctimas. Sostuvo que Zapatero está haciendo el "pardillo" porque Castro lo utiliza para que la UE dé marcha atrás en su trato deferente con la disidencia. Moragas apuntó que Zapatero "difícilmente" puede defender España en el mundo si sus socios "no creen en la nación española", en alusión al tripartito catalán. Mariano Rajoy calificó la expulsión de "atropello a todo el pueblo español" y de "demagógica y trasnochada" la actitud de Zapatero hacia Cuba, informa Julia Camacho.

INVITACIONES Zapatero plantea a la UE un cambio en su política "ineficaz" hacia Cuba. Esta se suele concretar en invitar a la disidencia a actos oficiales de las legaciones europeas en La Habana como protesta por los 75 opositores encarcelados en el 2003, y la ejecución de tres que intentaron huir. Pese a la nueva política del Gobierno español, la disidencia fue invitada a la recepción del Día de la Hispanidad.

El ministro holandés de Exteriores, Bernat Bot, mostró su "indignación" y la "cólera" de su Gobierno por la actuación de Cuba respecto a los dos parlamentarios de su país.