Quien más, quien menos, cualquier lector medianamente avisado ha escuchado la célebre frase del padrino Vito Corleone: "Voy a hacerte una propuesta que no podrás rechazar". Algo así le vino a decir ayer el PSOE al PP, al presentar en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley que da por probado que en Irak no había armas de destrucción masiva en la víspera de la guerra iniciada por EEUU.

"Apoyen esta propuesta y nunca volveremos a sacar el tema en el debate político", ofreció a los conservadores el socialista Rafael Estrella. Nunca se había planteado en la casa del pueblo una pacto de ese tipo. Gustavo de Arístegui, del PP, rechazó indignado la pipa de la paz. Alegó que fue la propia ONU la que alertó sobre la amenaza de Sadam Husein, al afirmar en la resolución 1441 que Bagdad tenía capacidad industrial para fabricar arsenales químicos y bacteriológicos. Y denunció que bajo la piel de cordero pactista los socialistas pretendían "mancillar" el nombre del anterior presidente, José María Aznar.

El rey está desnudo

Al final del debate, más de dos años después de la guerra de Irak, la Comisión de Exteriores del Congreso aprobó, con la sola excepción del PP, lo que hasta los inspectores designados por el Gobierno de EEUU han reconocido: que no se hallaron rastros de las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam. Por lo tanto, que nunca existió el pecado que provocó el castigo bélico. Como en el viejo cuento, sus señorías proclamaron ayer a los cuatro vientos la verdad que todo el mundo ya sabía: que el rey estaba desnudo.

Moción récord

"El Congreso de los Diputados considera probado, más allá de toda duda razonable, que en marzo del 2003 Irak ni poseía ni estaba en condiciones de poseer armas de destrucción masiva de naturaleza alguna", reza la proposición. Rafael Estrella se jactó de que su partido, para facilitar el consenso político, había redactado la moción más corta de la historia parlamentaria, según el modelo, dijo, del escritor guatemalteco Augusto Monterroso. Exageró: nadie podrá superar en brevedad al celebérrimo relato: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí". Más fiel a Monterroso hubiera sido cambiar la palabra "dinosaurio" por "PP".

Estrella intentó persuadir a De Arístegui: "Hoy se sabe que todo aquello que se nos dijo era falso". Su contrincante no dio el brazo a torcer y mantuvo incólume su respaldo a Aznar, miembro del famoso trío de las Azores que declaró la guerra a Sadam. Esta vez el PP estuvo en minoría: cosas de la galdosiana alternancia política. Los populares se sumaron, en cambio, a los demás grupos en otra moción que denuncia las torturas en la prisión de Abú Graib, en Irak, por parte de las tropas ocupantes.