Los dirigentes independentistas que están encausados, tanto los que están en la cárcel como los que están en libertad condicional o los que residen en Bélgica, "deben hacer lo posible para defenderse a sí mismos", pero también deben pensar "colectivamente", y la mejor manera de hacerlo es "desarrollando la república". La CUP entiende que los miembros del anterior Govern apliquen determinada "estrategia antirrepresiva" para resultar lo menos perjudicados posible de su situación judicial, pero considera que el independentismo no debe "supeditar la acción política" a dicha circunstancia y mantiene las exigencias por todo lo alto para que se abandone el "autonomismo" y se implemente el resultado de las urnas en el referéndum unilateral del 1-O.

Con cuatro diputados en esta legislatura, los anticapitalistas han perdido de saque capacidad de presión puesto que ya no es necesario su voto afirmativo en los debates de calado, ya que JxCat y ERC suman 66 escaños por 65 de Ciutadans, el PSC, los 'comuns' y el PPC. Sin embargo, su llave aún puede cerrar algunas puertas porque sus votos podrían ser necesarios ante determinadas ausencias, sin contar que pueden enviar al traste los planes de los otros dos grupos independentistas si votan en contra. De ahí que intenten jugar sus cartas al insistir en que "el chantaje judicial no puede secuestrar la acción política", en palabras de la portavoz del secretariado nacional de los cuperos, Núria Gibert, a la salida del consejo político que han celebrado este sábado en Malgrat de Mar.

TOQUE A ERC

Siguiendo por esa linde, Gibert también ha dado un toque de atención a ERC, y en especial a su número dos, Marta Rovira, que minutos antes había sentenciado como "máxima prioridad" para los independentistas la recuperación "urgente" de las instituciones catalanas para empezar a Gobernar Cataluña, al tiempo que pedía "realismo" para afrontar las dificultades que se avecinan. "Hablar solo de restablecer las instituciones y no hablar de nada más" es aceptar la "represión" del Estado y "volver a una situación anterior y situarse en una casilla pasada o rebajar objetivos políticos", le ha replicado la portavoz de la CUP. Y, por si no quedaba claro, y antes de alinearse con los partidos contrarios a la secesión, Gibert ha rematado: "Si la mayoría independentista no es efectiva, sino que es dilacionista y no la podemos describir como repúblicana, nosotros nos marcharemos [del Parlament]".

Esta advertencia ya la dejaron bien clara los cuperos antes de la campaña electoral del pasado 21-D y la siguen ratificando a pies juntillas. Como también siguen ofreciéndose a los otros dos partidos independentistas para labores de mayor responsabilidad que las que ejercieron en la anterior legislatura. En esta ocasión, Gibert ha propuesto que su partido tenga un diputado en la Mesa (que no le correspondería por el número de escaños) por si es necesario blindar la hoja de ruta republicana. Y también ha lanzado el enésimo aviso a Carles Puigdemont: "A nosotros nos importa más el qué que el quién". Es decir, fuera personalismos.