El presidente del PNV, Iñigo Urkullu; su antecesor al frente del partido, Xabier Arzalluz, y el líder de los peneuvistas de Guipúzcoa, Joseba Egibar, negaron ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que su compañero Gorka Agirre hubiera recaudado dinero para ETA. Arzalluz aseguró que "conocía hasta la marca de calzoncillos" que usa Agirre y negó su relación con la trama de cobro del impuesto revolucionario. Por contra, explicó que era el delegado del PNV para conocer los movimientos de ETA.