Los dos máximos mandos policiales del Gobierno de José María Aznar dejaron ayer al descubierto, en la sesión del juicio del 11-M, la manipulación informativa que puso en marcha el PP en las horas siguientes a los atentados. El exsubdirector operativo, Pedro Díaz-Pintado, y el excomisario general de Información, Jesús de la Morena, coincidieron en que en la tarde del mismo día de la masacre comenzó a desinflarse la hipótesis de la autoría etarra y a tomar fuerza la islamista. Pese a todo, el entonces ministro del Interior, Angel Acebes, sostuvo esa noche ante la prensa que ETA era "la principal vía de investigación" e intentó por todos los medios mantener vivo ese mensaje hasta las elecciones del 14 de marzo.

Bajo la jefatura de designación política de Agustín Díaz de Mera, Díaz-Pintado y De la Morena eran el primer y segundo responsables operativos de la policía. Ambos señalaron que en la primera reunión en el Ministerio del Interior tras la matanza, al mediodía del jueves 11, primó la hipótesis de ETA. No porque hubiera indicios concretos, sino por el historial de la banda. Sin embargo, según Díaz-Pintado, dos elementos no encajaban: no se había producido un aviso previo del atentado, lo que chocaba con los hábitos de la banda, y ETA carecía de "infraestructura suficiente" para perpetrar una acción de esa envergadura.

APREMIO En ese escenario de incertidumbre, el secretario de Estado del Interior, Ignacio Astarloa, apremió a los reunidos para que averiguasen el tipo de explosivo utilizado. Díaz-Pintado llamó al comisario general de seguridad ciudadana, Santiago Cuadro, que se hallaba en los focos de la masacre. Según el exsubdirector operativo, Cuadro mostró cierto disgusto con esas "prisas", pero poco después devolvió la llamada y dijo que era "Titadyne", la dinamita habitual de los etarras. "ETA está detrás", sentenció Astarloa, y levantó la reunión. De inmediato compareció Acebes ante la prensa y proclamó la autoría de la banda.

Cuadro siempre ha negado que hablara de Titadyne. En todo caso, la falsedad duró poco. A las 18.00 horas del mismo día, antes de un nuevo encuentro de Interior, el excomisario de seguridad ciudadana comunicó a Díaz-Pintado que el análisis de los explosivos descartaba el Titadyne. El subdirector operativo dijo a su subordinado: "¿Cómo puedes decir eso a estas alturas?", y añadió: "Ahora se lo tendremos que contar al ministro".

TAREA DIFICIL El director de la policía se lavó las manos y delegó en Díaz-Pintado la tarea de comunicar la noticia a Acebes. Un cometido difícil: acorralado por las manifestaciones contra la guerra de Irak, al Gobierno lo último que le interesaba a tres días de las elecciones era un atentado islamista como castigo a su alianza con George Bush. No solo se había derrumbado la única prueba concreta contra ETA, sino que acababa de aparecer una furgoneta en Alcalá de Henares que portaba explosivos y una cinta con versos coránicos.

Según señaló ayer De la Morena, la prevalencia de la vía etarra quedó "neutralizada" en ese momento y Acebes autorizó abrir una nueva vía de investigación. No obstante, el ministro señaló esa noche a ETA como principal culpable y afirmó que la dinamita de los atentados era "la habitual" de la banda terrorista. En paralelo, la ministra de Exteriores, Ana Palacio, envió una nota a sus embajadores para que confirmaran "la autoría de ETA".

En la madrugada del día 12 apareció una mochila sin explotar en Vallecas con una bomba conectada a un móvil. El explosivo resultó goma-2 Eco. La nueva situación se discutió en Interior hacia las 18 horas, poco antes de la manifestación convocada por el Gobierno Contra ETA y por la Constitución . "¿En esa reunión hubo algún dato que apuntara a ETA?", inquirió el fiscal. "No", admitió Díaz-Pintado.

La mañana del día 13, el análisis del teléfono y la tarjeta de la bomba de Vallecas apuntó al "radical" Jamal Zugam, que fue detenido hacia las 15.30 horas. "Es la mejor decisión que hemos tomado en nuestra vida", dijo ayer De la Morena, para quien "ahí se decantó por completo la investigación a la vía islamista".

Ese día, Acebes anunció la detención de tres marroquís y dos indios, pero no cejó en su empeño con la tesis etarra: "Hay una línea de investigación muy buena, pero no se renuncia a ninguna otra, ni conexiones, ni colaboraciones". Al día siguiente, el PP perdió las elecciones.