La cúpula del PP ha llegado en Toledo a la conclusión de que no tiene margen para cambios de estrategia en el debate sobre el Estatut y ha preparado los ejes de sus posibles mensajes ante una eventual retirada del texto o su aprobación "al alza" o "a la baja" en los márgenes de la Constitución, según han explicado fuentes del partido. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha mantenido concentrados durante dos días a los miembros de sus tradicionales reuniones de maitines: el secretario general de la formación, Ángel Acebes; los portavoces de Congreso, Senado y Parlamento Europeo, Eduardo Zaplana, Pío García Escudero y Jaime Mayor Oreja; los presidentes del PP en Catalunya y Andalucía, Josep Piqué y Javier Arenas; el alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón; el diputado Carlos Aragonés, y el sociólogo Pedro Arriola. El objetivo fundamental del encuentro, que pretendía tener carácter discreto --aunque tanto Acebes como Rajoy han comparecido ante los medios de comunicación tras el encuentro-- era diseñar la estrategia de oposición a seguir en los próximos meses.Preparados "para todo"Los dirigentes del PP quieren estar preparados "para todo" y evitar sorpresas de última hora, por lo que apuestan por tener preparadas distintas respuestas ante una posible retirada del Estatut; ante un acuerdo "de marcado carácter nacionalista" o ante la aprobación de un texto "rebajado o recortado". Algunos miembros de la dirección consideran que tanto la posible retirada del la propuesta estatutaria como un resultado "al alza" de cariz "nacionalista" facilitaría al PP su labor y el poder transmitir a la sociedad que el texto es "malo para Catalunya y el resto de España". Las mismas fuentes añaden que si finalmente se acuerda un texto en los límites de la Carta Magna, el PP puede verse obligado a realizar "un discurso muy elaborado y pensado", cuidando "los detalles".Su hipótesis es que los socialistas utilizarán la "ambigüedad" para tratar de vender las virtudes del texto tanto en Catalunya como en el resto de España, mientras que al principal partido de la oposición puede serle más difícil llegar a la opinión pública.La cuestión lingüística Frente a esa posición, otros dirigentes ha considerado que no hay "margen" para cambios de estrategia y que, aunque deben prepararse los discursos "moderados" y "explicativos" del partido para todo tipo de situaciones, no existe posibilidad de matices en cuestiones como la "nación" o las "competencias", especialmente cuando esos temas ya son objeto de debate en otras comunidades.La cuestión lingüística también ha sido motivo de intercambio de criterios en esa cita. El presidente del PP catalán, Josep Piqué, ha abogado por dejar este tipo de asuntos, fundamentalmente, en manos de la organización de Catalunya, mientras que algunos de sus compañeros le han replicado que el Partido Popular ha de tener un mensaje "único en toda España".