La crisis del tripartito provocada por la reunión de Josep Lluís Carod-Rovira con dos jefes de ETA ha enfriado sensiblemente la relación de la cúpula del PSC con el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Dirigentes de ambos partidos coincidieron ayer al acusar en privado a sus respectivos socios de "insolidarios".

Los catalanes reprochan a Zapatero la difusión, el lunes, de la nota en la que como secretario general del PSOE instaba a Maragall a aceptar la dimisión de Carod. En su opinión, la nota era innecesaria, cuestionaba la soberanía del PSC, creaba una imagen de supeditación de Maragall al PSOE y ponía en riesgo el futuro del Gobierno tripartito. La cúpula del PSOE, por su parte, reprocha a Maragall una "actitud egoísta" que no tendría en cuenta lo que se está jugando Zapatero en las generales del 14-M. "Les interesa más gobernar Cataluña que llegar a la Moncloa", se lamentaba ayer una fuente de la dirección del PSOE.

El presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha cancelado sine die la reunión que tenía previsto celebrar ayer en Sevilla con Maragall. El viaje se suspendió el lunes a instancias del presidente andaluz, según fuentes de la Generalitat, tras hacerse público el encuentro de Carod con ETA. Dado que las elecciones andaluzas se celebrarán el 14 de marzo, coincidiendo con las generales, la postura de Chaves es interpretada en el Gobierno catalán como un intento de evitar la utilización electoral del encuentro con Maragall por parte del PP.

REGRESO TRAS EL 14-M Además, ayer trascendió que Carod podría regresar al Gobierno catalán como consejero jefe tras el 14-M. Fuentes de los tres partidos del Gobierno (PSC, ERC e ICV) rechazaron ayer que exista un pacto en este sentido, pero reconocieron que "no hay ninguna puerta cerrada".