Tras semanas de cuestiones previas, el juicio por el caso Malaya de corrupción municipal y urbanística en Marbella entra por fin en materia. Pese a lo esperado, el primero en declarar ha sido un abogado considerado el testaferro internacional de Juan Antonio Roca, que ha tratado de explicar una operación inmobiliaria que supuso un beneficio superior a los seis millones de euros en Puerto Banús y un perjuicio de otros cinco millones al consistorio marbellí.

La sesión de ayer supuso el retorno de la expectación mediática a la sede de la Ciudad de la Justicia de Málaga. Decenas de periodistas esperaban desde primera hora de la mañana el desfile de protagonistas --que a partir de ahora solo acudirán cuando tengan que declarar--. El foco de atención estaba puesto en la línea de defensa que adoptaría el exasesor de Urbanismo marbellí, ante la posibilidad de que decidiese colaborar con la justicia y "tirar de la manta".

Sin embargo, y por sorpresa, el fiscal decidió empezar las declaraciones por el resto de los implicados en la denominada operación Crucero Banús: la compra en el 2001 de una parcela de uso comercial en Puerto Banús por 4,3 millones de euros que, posteriormente, fue recalificada por el ayuntamiento para darle uso residencial y aumentar la edificabilidad. Más tarde, la parcela se acabó vendiendo por 10 millones al constructor Avila Rojas, íntimamente ligado a Roca según la investigación. La licencia de obras finalmente fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y nunca se llegó a construir allí.

TESTAFERRO INTERNACIONAL Así, el primero en declarar fue el letrado Juan German Hoffman, que dio detalles sobre la adquisición de la parcela junto a sus socios Pedro Román, antiguo teniente de alcalde con Jesús Gil, y el excomisario de policía Florencio San Agapito, a los que después se sumaría el propio Roca. Los imputados por este delito están acusados de los delitos de blanqueo y malversación.

La policía, en el sumario, vincula a Hoffman con la compra de una embarcación de lujo y un avión privado para Roca.

El letrado aseguró que no tenía conocimiento acerca de cómo Román llevó la negociación con Roca, ya hombre fuerte del Ayuntamiento de Marbella, la influencia de este en la operación o los motivos por los que en el transcurso de la misma se cedieron los aprovechamientos municipales de la parcela en detrimento del ayuntamiento.

Sí señaló, no obstante, que en la escritura de venta de la parcela se puso un precio menor "por imposición del vendedor".

Tras este abogado, irán desfilando ante el tribunal que preside José Godino sus socios en la operación, que darán paso a Juan Antonio Roca previsiblemente en los próximos días.