La Policía Nacional ha decomisado 600 kilos de hachís a una "peligrosa" organización de delincuentes dedicada al tráfico de hachís, droga que adquirían en el norte de África para distribuirla posteriormente por toda España. La operación policial ha permitido la detención de tres personas, de origen británico y residentes en la localidad alicantina de Catral, han informado hoy fuentes policiales. La investigación se inició hace varios meses cuando la Policía Judicial de Alicante tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de narcotraficantes -ahora desarticulado- dedicado a la compra de "grandes partidas" de hachís a ciudadanos magrebíes. La droga era transportada por vía marítima desde el norte de África hasta la costa alicantina, desde donde posteriormente era redistribuida a todo el territorio nacional. En el marco de estas pesquisas, la Policía Nacional averiguó que el pasado 13 de diciembre fue desembarcado un alijo de hachís en la playa Las Marinas, en Denia (Alicante). Al parecer, los narcotraficantes fueron asaltados por otro grupo, de unas cinco personas, armados con pistolas y un rifle, quienes les sustrajeron la carga transportada, unos 1.200 kilos de hachís. Posteriormente, los agentes supieron que los asaltantes tenían intención de vender la droga robada a unas personas de origen inglés, afincadas en la zona de Catral, por lo que establecieron un dispositivo de control en dicha localidad. A raíz de estas pesquisas, los agentes interceptaron un vehículo ocupado por un individuo de origen inglés, quien transportaba en el maletero cinco bolsas de gran tamaño que, además de contener material utilizado en la confección de fardos de hachís, desprendían "un fuerte olor" a esta droga, por lo que procedieron a su detención. Posteriormente, los investigadores identificaron, localizaron y detuvieron a otros dos miembros de la banda en las inmediaciones de su domicilio en Catral. En el registro de esta vivienda, los agentes hallaron 600 kilos de hachís, varias bolsas de gran tamaño conteniendo restos de arpillera utilizados en la confección de fardos de hachís, unos 25.000 euros en efectivo, tres pistolas simuladas, seis vehículos de alta gama, ordenadores, prismáticos y una treintena de teléfonos móviles. Uno de los ahora arrestados, que fue ingresado en el Hospital de la Vega Baja, en Orihuela (Alicante) tras sufrir una hemiplejía -parálisis parcial-, fue sorprendido por los policías cuando intentaba huir del centro sanitario.