BELIGERANTE

Si Miguel Sanz fuera futbolista, sería un defensa central contundente. Ante las amenazas que acechan a Navarra, es quien mejor encarna la defensa de la españolidad de la comunidad foral, en ocasiones con mensajes beligerantes hacia los nacionalistas y los miembros del PSOE.

DIALOGO

Sin embargo, en el inicio de su cuarto mandato, sin mayoría absoluta, ha optado por mostrar un talante más relajado y dialogante. Como en el pasado, volverá a mirar a los socialistas para intentar sacar adelante sus iniciativas parlamentarias. Casado y padre de dos hijos, inició su carrera como alcalde de su pueblo, Corella, entre 1983 y 1991. Es diplomado en Magisterio, aunque empezó trabajando en banca. Encabezó la lista por UPN al Parlamento foral en 1995 y logró que fuera la fuerza más votada, con 17 escaños. Mejoró los resultados cuatro años después, al conseguir 22 escaños, y todavía logró uno más en el 2003.

FUEROS

Sanz defiende a ultranza el privilegiado sistema económico navarro. Los fueros y el derecho foral son constantes en su discurso. Siempre que puede, reclama la supresión de la disposición adicional cuarta de la Constitución, que permite la unión de Euskadi y Navarra si así lo aprueban los ciudadanos de ambas comunidades.