El Ministerio de Defensa ha instalado en la base de Fresnedillas de la Oliva (Madrid) cinco parabólicas de más de 18 metros de diámetro y otras cinco de unos 14 metros que, según los expertos, podrían estar espiando las comunicaciones vía satélite. Son revelaciones del libro Libertad vigilada (Ediciones B), que hoy sale a la venta.

La NASA construyó tres bases en España en los años 60: Robledo de Chavela y Fresnedillas de la Oliva en Madrid, y Cebreros, en Avila. Estas dos últimas dejaron de ser útiles para la investigación espacial en los 80 y la NASA se las devolvió a Defensa, que cerró la de Cebreros, pero mantuvo abierta la de Fresnedillas.

Las antenas dibujan un abanico de suroeste a sureste y están inclinadas 45 grados, lo que indica que estarían orientadas hacia los satélites de telecomunicaciones. Según astrónomos consultados, la base no es un radiotelescopio, ya que las antenas deberían colocarse en forma de Y o de V para sincronizarse. Tampoco es de Telefónica ni de la NASA o la Agencia Espacial Europea.

EEUU, el Reino Unido y otros países tienen una veintena de estaciones para espiar las comunicaciones vía satélite. El Europarlamento demostró en el 2001 la existencia de esta red, llamada Echelon . España no forma parte de ella, aunque intercambia informes de inteligencia. Eso no impide que haya desarrollado sus propios sistemas para espiar las comunicaciones.

EL ´CASO ECHELON´

El informe europeo sobre el caso Echelon afirma que, "si en una estación (militar) se encuentran dos o más antenas de recepción de satélite de más de 18 metros, es seguro que allí se escuchan comunicaciones civiles". Según esta definición, el Ejército estaría usando Fresnedillas para espionaje, pero Defensa dice que la actividad de la base es "un misterio" y que no es de su propiedad, aunque según el último padrón del IBI de Navalagamella, en cuyo término está ubicada, la finca es de Defensa, que pagó por ella 11.713 euros en el 2002.