El abogado del presunto ideólogo del 11-M Yusef Belhadj afirmó ayer que el juicio por los atentados no ha demostrado la conexión entre su defendido y los otros dos presuntos inductores, Rabei Osman, el Egipcio, y Hasan el Haski. Dicha conexión, alegó el letrado Francisco Andújar en su informe de conclusiones, sigue siendo un "misterio", ya que "alguien tendría que haber demostrado que estuvieron en el mismo sitio y al mismo tiempo, y no se ha ha hecho".

Para Andújar, la inculpación de los tres presuntos instigadores obedeció a un afán de "internacionalizar el conflicto". Sostuvo que ninguno estaría hoy procesado si se hubiesen sentado en el banquillo los siete suicidas de Leganés, los cuatro que huyeron el día de la explosión y las personas a las que corresponden las muestras de ADN aún sin identificar encontradas en los escenarios relacionados con el 11-M.

Belhadj se enfrenta a una petición de condena de 38.962 años de cárcel. La fiscalía lo considera el portavoz de Al Qaeda en Europa, conocido como Abú Dujana el Afgani, en cuyo nombre se reivindicaron los atentados de Madrid. Según Andújar, el hecho de que a su cliente se le llame por ese seudónimo no prueba nada.

Dijo el letrado que, hace unas semanas, fue detenido en Indonesia uno de los miembros del grupo Yemaa Islamiya, responsable de la matanza de Bali en el 2002, que respondía al mismo nombre. Arguyó, además, que uno de los peritos opinó que la persona que reivindicó los atentados bajo el nombre de Abú Dujana era Jamal Ahmidam, uno de los suicidas de Leganés.

Según Andújar, su defendido estuvo solo tres veces en España. El último viaje fue en febrero del 2004. Para la fiscalía, esta visita tuvo como objetivo impartir las últimas instrucciones a la célula para perpetrar los atentados.

A su vez, la defensa de Hasan el Haski negó que el procesado, para el que la fiscalía pide también 38.962 años, perteneciera al Grupo Islámico Combatiente Marroquí, como sostiene el fiscal. El abogado alegó que Haski, detenido en Canarias, nunca había estado en Madrid y no conocía "a ninguno" de los 100 imputados. Tampoco, dijo, conocía a los suicidas de Leganés, por lo que no se le puede culpar de pertenencia a banda terrorista.