La pretensión de EA de captar a los aberzales de izquierdas que renuncien a la violencia convirtió a ese partido en el blanco de todo tipo de ataques. Los populares reclamaron que el Gobierno actúe para frenar cualquier intento que facilite el retorno de los radicales a las instituciones.

Si a principios de semana PSOE y PP acusaron a EA de "abrir sus listas a ETA" tras conocerse que pretende crear una plataforma electoral con el mundo de Batasuna a condición de que se desvincule de la violencia, las críticas se multiplicaron ayer al publicar varios medios que el pacto para acoger a candidatos radicales era "irreversible".

El presidente de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar, intentó explicar que su apuesta no pasa por buscar la convergencia con la izquierda aberzale para sobrevivir políticamente, sino que pretenden conformar un foro soberanista lo más amplio posible.

RECHAZO DEL PNV El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, acusó a EA de estar "ayudando a ETA". Esteban González Pons, vicesecretario de comunicación del PP, instó al Gobierno a evitar que Batasuna "o sus siglas herederas" estén presentes en los comicios locales del 2011. Desde Navarra, la presidenta de UPN, Yolanda Barcina, mostró su "dolor" al conocer que EA "puede llegar a un acuerdo con quienes apoyan el terrorismo". También el PNV se desmarcó. Su presidente, Iñigo Urkullu, dijo que no quieren "saber nada" del polo soberanista.