Un buen susto. Un desconocido atacó ayer dos coches aparcados frente al chalet propiedad del juez Baltasar Garzón, quemando los vehículos del escolta de su esposa y del novio de la hija del magistrado. La policía aún no sabe si se trata de un aviso de algún grupo violento o simplemente de una gamberrada. El juez de la Audiencia Nacional reside temporalmente, desde el pasado 1 de marzo, en EEUU.

Al filo de las tres de la tarde, un joven de complexión alta y con el rostro descubierto colocó unas bolsas de plástico debajo de los vehículos y prendió fuego. Los coches comenzaron a arder, por lo que tuvieron que intervenir los bomberos. Al principio, se pensó que el agresor había lanzado dos botellas con gasolina contra los automóviles tras encender la mecha, pero después se descartó esa versión.

Fuentes de la investigación explicaron que el joven se marchó andando tranquilamente por la calle del domicilio del juez en Pozuelo de Alarcón (Madrid). En ese momento, en la casa estaba la familia de Garzón.

MENOS SEGURIDAD También estaba en su puesto el guardia civil encargado de vigilar la casa. Sin embargo, el agente no pudo hacer nada para evitar los hechos. Las medidas de seguridad en el domicilio del juez se han reducido desde que se trasladó a EEUU. Además, las cámaras de vigilancia de la casa están rotas desde hace tiempo.

La juez Teresa Palacios, en funciones de guardia en la Audiencia Nacional, se ha hecho cargo de la investigación. La policía descartó ayer, inicialmente, que esa acción responda a un ataque de la kale borroka , ya que el joven actuó a plena luz del día y pudo ser identificado por varios testigos.

Por ello, se inclinan por la posibilidad de que se trate de algún perturbado que se ha podido sentir incitado por las críticas que el juez viene recibiendo en una cadena radiofónica. Fuentes próximas a la familia sospechan que es una "gamberrada" de un vecino que conocía las características de la casa. Otras fuentes temen que ese "susto" sea una amenaza al juez, al ser un ataque a su entorno familiar.

Esta es la primera vez que el entorno del juez sufre un ataque de estas características. No obstante, en una ocasión, unos intrusos lograron entrar en su domicilio y colocar una piel de plátano en su cama.