ETA perseguía, desde hacía años, implantarse en Portugal y, a juzgar por los últimos hallazgos, lo ha logrado. Las fuerzas de seguridad portuguesas en colaboración con la Guardia Civil desmantelaron ayer por primera vez una base logística que la banda terrorista había conseguido instalar en el norte de Lisboa, en la región turística de Obidos. Se trata de una casa rural en la que los terroristas almacenaban hasta 500 kilos de explosivos y diverso material para cometer atentados, incluidas bombas lapa, y mapas de Madrid. Una furgoneta abandonada cargada de detonadores que fue localizada el pasado lunes tras darse a la fuga durante un control rutinario de carretera ya puso en alerta a las fuerzas de seguridad. Sin embargo, el hallazgo de la base de ETA fue posible porque los vecinos de Obidos avisaron a las autoridades de que los inquilinos de una casa de la localidad habían desaparecido del domicilio dejando puertas y ventanas abiertas y las luces encendidas.

Los mismos vecinos de la localidad lusa, que reconocieron a los que hasta la semana pasada habían sido sus vecinos a partir de las fotografías mostradas por la policía, aportaron datos definitivos para determinar que los dos huidos eran los usuarios de la furgoneta localizada el lunes. El vehículo, robado hace un año en Portugal, y sus matrículas habían sido dobladas. Los dos presuntos etarras que ahora buscan los cuerpos de seguridad son Oier Gómez Mielgo y Andoni Zengotitabengoa. Ambos lograron alquilar la finca por 450 euros al mes utilizando una identidad falsa.

ATAQUES URBANOS Gómez, de 27 años, escapó en el 2002 del centro de menores donde cumplía una pena de dos años por colocar un artefacto explosivo bajo el coche de un ertzaina en Vitoria. Zengotitabengoa fue condenado a 13 años y tres meses de prisión por participar en actos de terrorismo urbano en el 2000, pero huyó tres años más tarde. El nuevo golpe a la banda tiene lugar semanas después de la detención de otros dos terroristas en Portugal, cerca de la frontera con Zamora. Los arrestados en aquel caso, Garikoitz García Arrieta e Iratze Ortiz de Barrón, actuaban de correo e iban a entregar material, según fuentes de la lucha antiterrorista. También sospechan que la base hallada ayer no es la única con la que cuenta la banda en Portugal y apuntan que podrían haber más en el norte del país, junto a la frontera gallega.

La Audiencia Nacional ordenó ayer el ingreso en prisión de Igor Martín y su pareja sentimental, Olaitz Lema Zabala, los dos presuntos etarras que fueron detenidos el pasado martes en Jaca y Ondarroa. Según apuntaron fuentes de la investigación Martín residía en Jaca tras ser "desterrado" allí por ETA ya que, al parecer, cuando vivía en el País Vasco "alardeaba de manera ostentosa y pública" de su pertenencia a la banda.

El juez Eloy Velasco acusa a Martín de haber participado en el atentado con coche bomba perpetrado en un polígono industrial de Avila en septiembre del 2005.