Los Reyes presidieron ayer en Sevilla el desfile con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, una parada militar que estuvo marcada por el homenaje a los 17 militares fallecidos el pasado 16 de agosto en Afganistán en el accidente del helicóptero Cougar y la destreza de los paracaidistas de la Patrulla Acrobática, uno de cuyos integrantes trasladó desde el aire hasta la avenida del Cid la bandera nacional que ondeó durante los actos.

Al término de la parada militar, los Reyes ofrecieron un ágape en el Casino de la Exposición Universal, celebración que congregó a autoridades civiles, mandos militares y otras personalidades, como la duquesa de Alba o Curro Romero. Antes del brindis por España, el rey Juan Carlos manifestó su "afecto" y agradecimiento al pueblo sevillano y felicitó a las Fuerzas Armadas por el "magnífico" desfile que recorrió las calles de la capital andaluza. Aseguró el monarca que había sido un "magnífico" día y valoró la simpatía con que los sevillanos acogieron el acto conmemorativo militar.

Vestido con el uniforme de capitán general del Ejército del Aire por ser este cuerpo el organizador de la celebración, el jefe del Estado llegó pasados unos minutos del mediodía a la citada avenida sevillana, junto a la reina Sofía, el príncipe de Asturias, ataviado con el uniforme de capitán de corbeta de la Armada, y la princesa Letizia.

Tras recibir honores de ordenanza por parte de una compañía mixta de los Ejércitos, la Armada y la Guardia Civil, Juan Carlos pasó revista a las tropas junto al jefe de Estado Mayor de la Defensa, general de Ejército Félix Sanz, y el jefe del Cuarto Militar de la Casa Real, almirante José Antonio González-Aller.

EL PESAME DEL MINISTRO Antes de la llegada de la familia real, el titular de Defensa, José Antonio Alonso, departió con familiares de los once militares de la base de El Copero (Sevilla), perteneciente a las Fuerzas Aeromóviles del Ejército, que fallecieron en el siniestro del Cougar. Los otros seis pertenecían a la base de Figueirido, en Pontevedra.

Tras su llegada, los Reyes y los príncipes de Asturias saludaron a las autoridades militares y civiles y se incorporaron a la tribuna, que congregó a toda la cúpula castrense, al ministro de Defensa, José Antonio Alonso, y a otros altos cargos ministeriales, así como al director del CNI, Alberto Sáiz; el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves; el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín; y el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón.

Durante el desfile se rindió tributo a los 17 militares caídos en Afganistán y a todos los que dieron su vida por España, con el himno La muerte no es el final, una oración y una corona de laureles, depositada por militares.