El lendakari, Juan José Ibarretxe, está sufriendo un serio desgaste que podría, incluso, afectar a la renovación de su candidatura. En su círculo más próximo comienza a cundir la preocupación por los efectos que puede tener el cuestionamiento público de la hoja de ruta del jefe del Gobierno vasco desde las filas peneuvistas y por las fisuras en la solidez del tripartito.

La tensión en el PNV es tal que su propio presidente, Iñigo Urkullu, se vio forzado el viernes a matizar las acusaciones de "deslealtad" contra sus socios de Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB) y a precisar que el actual Gobierno autonómico tiene "plena vigencia y plena validez" hasta el año 2009. Urkullu trataba así de acotar el alcance del tsunami generado en las filas nacionalistas por un hombre de su plena confianza, el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao. Este ha dado voz a una opinión cada vez más extendida en sectores influyentes del PNV vizcaíno, que dan por amortizado al tripartito y discrepan de la decisión del lendakari de llevar adelante su anunciada consulta aunque ETA siga actuando tras el fallido proceso de paz.

DISENSO PUBLICO De hecho, lo que hizo Bilbao fue recordar que el inicial compromiso del Gobierno autonómico fue el de celebrar una consulta esta legislatura "en ausencia de violencia". Durante una conferencia abierta, discrepó sin tapujos del cambio dado por Ibarretxe bajo el pretexto de que ETA "no puede marcar la agenda política".

Nadie hasta ahora había cuestionado de forma tan directa la propuesta del lendakari para realizar la consulta en octubre si en junio el Parlamento le da permiso para ello.

A pesar de que Ibarretxe ha disimulado hasta ahora su malestar personal tanto por las críticas internas como por los silencios de Urkullu, el lendakari soporta en silencio la progresiva debilidad de un tripartito condicionado por la abierta hostilidad de EA hacia el PNV y debilitado por los últimos desaires de EB en temas delicados como las mociones municipales contra la violencia terrorista.

Para añadirles presión, el PSE, cuenta ya con Patxi López como candidato a lendakari. El PNV evita asegurar que Ibarretxe sea el suyo porque, dicen, el asunto no está aún en la agenda.